Los partidos políticos dispondrán de 450 horas del tiempo que le corresponde al Estado en medios electrónicos para difundir el contenido de sus plataformas, además de los 15 minutos mensuales que tienen en tiempos no electorales.Terra México
El Artículo 47 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) establece que en el proceso electoral en el que se elija Presidente de la República, el tiempo total de transmisión para los partidos políticos durante las campañas será de 250 horas en radio y 200 en televisión.
De manera adicional, el Instituto Federal Electoral (IFE) adquirirá con los concesionarios hasta 10 mil promocionales en radio y 400 en televisión con duración de 20 segundos para ponerlos a disposición de los institutos políticos y distribuirlos mensualmente.
Pasado el proceso de registro de plataformas y candidatos, el Instituto Federal Electoral (IFE) se abocará ahora a ajustar sus finanzas como resultado del recorte presupuestal aplicado por la Cámara de Diputados. En principio, el proyecto prevé que la mayor parte de los mil 28 millones de pesos que se deberá reducir se aplicarán en la partida del voto de los mexicanos en el extranjero, pero habría una disminución no mayor a 2 por ciento a las prerrogativas de los partidos políticos.La Jornada
De concretarse este porcentaje en la reducción de la partida presupuestal destinada a los partidos políticos, que aún está en estudio, su afectación sería mínima, apenas 85.4 millones de pesos, de los cuales sólo la mitad -42.7- correspondería a campañas políticas. Esta cifra es apenas un poco más de lo que recibirán Nueva Alianza o Alternativa Socialdemócrata y Campesina para gastos de campaña.
El recorte decretado por los diputados fue de mil 28 millones de pesos, lo cual es un poco menor de lo que el IFE tenía presupuestado gastar el próximo año para financiar los gastos derivados del voto de los mexicanos en el extranjero. La partida original proyectada era de mil 62 millones de pesos, que se reducirá sustancialmente en función del escaso interés mostrado por los ciudadanos que viven fuera del país en votar.