La ausencia de sentido común
El tema del desafuero de Andrés Manuel López Obrador ha ocupado desde hace meses un lugar importante en la agenda nacional.
Del lado del gobierno del Distrito federal se montó toda una campañ para impedir lo que finalmente sucedió. Cada acción del gobierno que encabezaba López Obrador estaba encaminada a convencer a los ciudadanos de la sinrazón del desafuero.
Del lado del gobierno federal las cosas no estaban mucho mejor, también hicieron del asunto del desafuero una prioridad y desplegaron intensa campaña propagandística para convencer a la gente de la razón de tal medida.
De uno y otro lado ha habido abusos, principalmente en el gasto de recursos públicos para hacer propaganda. Se ha tratado de convencernos de la legalidad de las acciones emprendidas a punta de anuncios.
No es motivo de este comentario decir quien tiene la razón, personalmente creo que ninguna de las dos partes, precisamente por la distorsión a conveniencia que le han dado al tema.
Lo que hay que destacar aqui es que el transfondo, la verdadera intención, y no es una novedad, es la cantidad de poder que estará en juego en 2006. Llegar ala Presidencia de la República es tan importante y tan obsesivo que en nombre de esa meta se pueden cometer las peores barbaridades.
Ya se ha hablado en este blog de las reflexiones que hacen algunos medios, principalmente internacionales, en el sentido de que la acción del desafuero será una mancha en la credibilidad y la legalidad del resultado del proceso electoral federal del año próximo.
Lo que vemos en nuestros políticos es la falta, la ausencia casi total de sentido común. Dejan de lado las responsabilidades de gobernar para atacar otros frentes, los de los intereses y las ambiciones personales. La verdera batalla es por hacerse del control del país para beneficiarse personalmente, no para cambiar el estado de las cosas.
Lo peor es que a los ciudadanos también nos falta hacer uso del sentido común, pues la tenencia es a no hacer nada porque siempre ha sido así. Los políticos son ladrones por definición pero los ciudadanos somos apáticos. La política nos aburre, preferimos el fútbol.
En suma, no nos interesa si nuestro entorno cambia para beneficio nuestro y de nuestras familias.
Los políticos hacen lo que quieren porque nadie les marca un alto. Cada vez mas gobernantes son electos por un porcentaje pequeño de ciudadanos. Así nadie va a sentir compromiso con las mayorías. Y en consecuencia no se establece un compromiso, no hay ningún pacto que cumplir. Los goberantes por una vía y los ciudadanos por otra. Y todos contentos. Aparentemente.